Plásticos de envases alimentarios monomateriales y sus tipos de reciclaje


Los envases alimentarios deben cumplir con una serie de requisitos para garantizar la vida útil del producto envasado. Con ellos se consigue que los alimentos mantengan sus características intactas durante más tiempo. Además, se protege la salud de los consumidores y se facilita su posterior reciclado. ¿Cuáles son las alternativas sostenibles que se están imponiendo en esta industria? Desde Rodenas&Rivera, te las descubrimos.

Envases alimentarios monomateriales

Los envases monomateriales son aquellos que se fabrican con un solo material plástico a pesar de tener una estructura multicapa. Esto permite que el 95 % del envase sea de un único tipo de polímero, como el polipropileno, de tal modo que potencia su reciclaje al no tener que separarlo en diferentes materiales. Se aumenta la eficiencia del proceso y se reducen las pérdidas.

Además, emplear solamente un material es de gran ayuda para cumplir con las normativas de la Unión Europea. Todo embalaje de plástico tendrá que ser completamente reciclable para el 2030. Por tanto, en Ródenas & Rivera hemos tenido que agudizar el ingenio y estamos desarrollando y buscando soluciones alternativas a los materiales multicapa convencionales. A través del esfuerzo diario y la inversión, conseguimos dar pasos importantes en el camino a la sostenibilidad.

Tipos de films flexibles

Para conseguir los envases monomateriales, podemos usar diferentes materiales plásticos. Es preciso seleccionar el más indicado según las propiedades del producto que se necesite envasar, así como el formato final, vida útil, tratamientos térmicos, etc. Sin embargo, es esencial conocer los principales materiales y sus cualidades:

  • HDPE (polietileno de alta densidad). Es un plástico flexible, resistente a impactos químicos y altas temperaturas. Se usa en la fabricación de botellas de leche o de aceite.
  • LDPE (polietileno de baja densidad). Presenta una alta resistencia química y térmica, es fácil de procesar, puede ser tanto transparente como opaco y se recicla con facilidad.
  • PP (polipropileno). Es uno de los plásticos más utilizados. Se obtiene a través de la polimerización del propileno y pertenece a los termoplásticos, lo que lo hace apto para el termoformado. Presenta una gran resistencia mecánica y química, versatilidad, ligereza y baja absorción de la humedad.

Tipos de reciclado

Para poder darle una nueva vida los envases, es preciso emplear el tipo de reciclado adecuado. Se han creado varios métodos de gran efectividad, los cuales ofrecen muy buenos resultados.

  • Reciclaje mecánico. Se trocea el material para introducirlo en una extrusora. Es importante separar los plásticos, ya que no se podría conseguir una mezcla homogénea. Es proceso puede simplificarse gracias a los envases monomateriales.
  • Reciclaje químico. Los materiales plásticos se degradan aplicándoles calor. Esto provoca que las moléculas simples se rompan y degraden en otros plásticos o combustibles.
  • Reciclaje energético. Es un sistema que aprovecha el plástico para generar energía. De este modo, se emplea como combustible.

Ventajas de este tipo de envases

Los envases alimentarios monomateriales presentan unas ventajas que debemos conocer. Así, se apreciará la calidad que ofrecen como material. No solo son fáciles de reciclar, sino que cuentan con otros beneficios muy interesantes.

Mayor reciclabilidad

Si por algo destacan los envases alimentarios monomateriales, es por su facilidad de reciclaje. Como ya se ha visto, únicamente se emplea un tipo de plástico en su confección. Así, cuando se quiere tratar, es más sencillo romperlo o degradarlo. No es necesario separarlo de otros componentes, ya que no existen. Esta es una de las ventajas clave, sobre todo cuando se apuesta con firmeza por el medio ambiente.

Son eficientes y sostenibles

Los envases alimentarios monomateriales, como el flow pack, son eficientes al no requerir de materiales adicionales. Esto reduce la cantidad recursos necesarios para fabricar un packaging. A la hora de reciclarlos, se consume menos energía, algo que se extiende a la hora de su fabricación. De esta manera, es posible aumentar la producción de envases con menos plástico. A su vez, si lo comparamos con los envases multicapa, los monomateriales son sostenibles. Al no precisar de múltiples materiales, se dificulta el desperdicio recursos, además de tener una reciclabilidad superior.

En definitiva, los envases alimentarios monomateriales destacan por sus características únicas. No solo no afectan a los alimentos, sino que se reciclan con facilidad y contribuyen a reducir costes. En Ródenas & Rivera apostamos por seguir desarrollando y mejorando las estructuras actuales hechas de monomateriales para conseguir poco a poco llegar a más productos alimentarios y contribuir de forma sostenible con nuestro entorno.